MONOGRAM
Una de las estéticas que más ha llamado la atención de las grandes marcas en la industria de la moda, ha sido la “LOGOMANÍA”, una corriente dedicada a darle un nuevo significado a los logos, aplicándolos en vestuario, carteras, zapatos y accesorios.
Diferentes marcas como: Louis Vuitton, Gucci, Fendi, Carolina Herrera, Michael Kors, Balenciaga y Dior; han transformado esta tendencia (de nunca acabar), para estar a la vanguardia por medio de nuevas texturas, formas y colores.
La implementación del “monogram” como arte minimalista (tendencia a reducir a lo esencial), pero llegando también a lo “kitsch” (una estética exagerada, pretensiosa y regresiva), ha generado diversas opiniones y sensaciones frente a su uso, pero sin duda alguna, es muy poco probable que puedan desaparecer del panorama, debido al impacto social que han generado desde sus inicios creativos, y esto convendría enormemente a la moda circular, debido a que no es una tendencia con fecha de caducidad, por el contrario, es una corriente que perdurará en el tiempo, asegurando nuevas vidas e historias.
Es así como la moda sostenible conectada con el consumo consciente, celebran la atemporalidad, donde el aprovechamiento de los procesos de la industria y el uso de los recursos naturales se alarguen, dando la posibilidad de convertirse en productos aún más sustentables y duraderos en el tiempo. Es justo así como una tendencia deja de ser una problemática ambiental y económica, para convertirse en parte de la solución.